Si bien los tránsitos lunares son lo suficientemente rápidos como para redactar un artículo que se pretenda útil, podemos usar esta luna llena del 13 de julio de 2022 como una forma de explicar los procesos lunares, y el simbolismo particular de estos eventos.
Así, hablaremos del evento puntual de Luna Llena, considerando los aspectos a otros planetas, como de lo que ésta fase lunar significa en general.
La luna Llena se produce siempre en el signo opuesto a aquel en que se encuentra el Sol. Esta se da en Capricornio, que es el opuesto de Cáncer, signo en que se halla la gran estrella padre.
Los simbolismos capricornianos se asocian a lo laboral en términos vocacionales, a asumir responsabilidades, "ser alguien en la vida" y, en general, a hacerse cargo de los procesos de auto maduración. Se trata de un signo que, si bien nos muestra las áreas de nuestra vida en que nos hacemos adultos -y las formas en que lo hacemos-, al mismo tiempo trae aparejadas ciertos niveles de miedo y de dificultad. Rige, en síntesis, las pruebas que la vida nos va poniendo, el terror que nos puede producir afrontarlas -y luego reprobarlas-, pero al mismo tiempo, los grandes regalos que se nos presentan cuando su asume el desafío con coraje y conciencia. Dichos regalos dicen relación con aprender del manejo de los tiempos, bajar los niveles de ansiedad, y encontrar maneras de autosostenerse en la vida, según la específica necesidad de cada cual.
Esta Luna Llena en Capricornio simboliza el fin de un período de 6 meses, que inició por el 02 de enero de este mismo año, con la Luna Nueva en el mismo signo -la Luna nueva siempre se produce en el mismo signo en que está el Sol-. Entonces, los simbolismos asociados a Capricornio han estado puestos a prueba, en búsqueda de su desarrollo.
En cuanto a los aspectos de esta luna, se encuentra haciendo conjunción con Plutón retrógrado en Capricornio, al mismo tiempo que ambos están en oposición al Sol en Cáncer, conjunción a Mercurio en el mismo signo. Entre otras posiciones planetarias relevantes -y que perdurarán más allá de este evento lunar-, se halla la presencia de Venus en Géminis y Marte en Tauro.
Todo ello nos muestra, en primer lugar, emociones que pujan con mucha fuerza por ser manifestadas. Muchas de ellas vinculadas a heridas muy profundas y dolorosas en las personas, que en muchos casos pueden envolvernos en ciertas capas de pesimismo vital.
Al mismo tiempo, nos invita a observar nuestros avances y a proseguir en los caminos elegidos de forma tranquila y segura. Se trata, básicamente, de hallar el punto de encuentro entre trabajo y desarrollo emocional, lo que permite condensar la energía actual en el concepto de maduración. En la medida que aprendo de la vida de este mundo y de sus desafíos, también aprendo a trabajar mis emociones. Es un todo necesario de sañalar, ante el riesgo de elegir un sólo polo de la realidad presente, algo que a nuestra mente le vendría bien, mas no a nuestra alma.
Si los últimos 6 meses fueron desafiantes en términos laborales o de responsabilidad en general, y ello nos hizo regresar sobre nuestras heridas, es buen momento para persistir en aquello que se nos mostró, con tal de sanar, preparándonos de todos modos a sacar a relucir nuestro brillo, a contar del 28 de julio, cuando se de la Luna Nueva en Leo, de lo cual hablaremos en otra entrega.
Les mando un afectuoso saludo.