No es la tecnología la que trae una nueva era, es la nueva era la que nos trae la tecnología.
Como cualquiera otro de los descubrimientos o invenciones humanas, hemos de aprender a usarla, y sí que caeremos en excesos, como los que ya pueden verse (dependencia excesiva de aparatos electrónicos, adicción a sus estímulos, mediación de las relaciones sociales, etc.). Al descubrirse el fuego ¿Se habrá pensado en usarlo para la guerra? Todo lo creado puede ser usado tanto a nuestro favor, como en nuestra contra.
Hasta ahora, hemos visto como la revolución tecnológica empieza a reconfigurar por completo las estructuras económicas pre existentes, mostrándonos su declive. La aparición de las monedas virtuales son expresión de ello. Asimismo, las múltiples formas de comercio que se producen a través de redes sociales, y que no han podido ser reguladas por los distintos Estados, debido a que necesariamente van más rápido... y nosotr@s con ellas.
Los conocimientos cada vez están más al alcance de tod@s. La educación está siendo revolucionada, y dicha revolución seguirá, según nos indica el ingreso de Urano en Géminis, por el año 2026, que nos mostrará como las formas tradicionales seguirán en una profunda decadencia, dando paso a lo nuevo, que es en parte lo que ya vemos con la educación a distancia.
La única manera de que dichos cambios sean a favor de los caminos que la humanidad necesita, es que se produzca el trabajo de conciencia necesaria de las personas. La humanidad debe trabajarse, reconocer y sanar sus heridas, conectar con el amor.
Todo ello, con tal de pode regular nuestras invenciones, no al revés.
Coincide con el inicio del fin de la era de Piscis, y inicio del comienzo de la era de Acuario. La humanidad entra a un período de relaciones más horizontales, renovadoras, cambios profundos que miran a la totalidad y no sólo a grupos privilegiados. Ya no miraremos tanto para el lado, ni evadiremos tanto nuestra realidad social. Nos haremos cargo de que tod@s tengamos lo necesario para vivir, el concepto de comunidad lo haremos carne con cada vez más fuerza.
Cada persona puede ser maestra de su propia vida. La guía espiritual consistirá en gran medida en que cada persona encuentre su propio poder, sin que nos digan cómo es que debemos actuar para llevar una vida consciente.
Es también el declive de las religiones como quienes ordenan las formas espirituales en el mundo. Toda expresión adquirirá su propio valor, desde los dogmas, hasta la libertad más amplia de creencias y fe.
El proceso puede ser más limpio, en la medida de que nos hagamos más y más conscientes de nuestras experiencias, de que asistamos a terapia, de que dialoguemos sobre nuestros sentimientos.
Si así lo hacemos, recibiremos todas las ayudas cósmicas habidas y por haber, ya que implica una alineación sin resistencia hacia nuestro destino como especie, que no es más que poder vivir y habitar el amor incondicional.
Clemente Espinosa Saavedra
Abogado y Astrólogo.
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