Estos consejos provienen desde mi propia experiencia de aprendizaje. Son prácticos y nada místicos (aunque siempre son parte de una energía y ayudan a regularla). Basta con que se aplique uno de ellos para ir notando cambios importantes en nuestros estados de ánimo y en la forma en que afrontamos el día a día. Si bien hablo de habitar el presente, también se puede entender como habitar nuestro interior (frente a los excesos de estar muy "hacia afuera"), o incluso como técnicas para manejo de la ansiedad.
Se los comparto:
1. Tener un dominio sobre el uso de la tecnología. Ello implica usarla cuando sea necesario y para facilitarnos la vida, y no como parte de una conducta inconsciente. Ello se expresa en:
-No llevar el celular en el baño.
-Evitar que la primera conducta diaria sea revisar mensajes y redes sociales.
-Escoger previamente el contenido de redes sociales que va a revisarse.
-Evitar el uso del celular cuando caminamos. Si necesitamos ver algo, nos podemos detener a hacerlo.
-Cuando se use el celular, ponerlo a la altura de nuestra cabeza para evitar encorvarnos.
-Evitar tener siempre a disposición nuestro celular. Perfectamente puedo dejarlo en casa cuando salgo, o dejarlo en una pieza mientras realizo otras actividades en la casa.
Las redes sociales nos llenan de informaciones que afectan nuestros estados de ánimo. En general en la sociedad moderna hay un exceso de informaciones, y cuando abusamos del uso del celular, estamos voluntariamente decidiendo afectarnos más con contenidos que poco aportan a nuestro crecimiento. Incluso cuando se trata de contenido "espiritual", si no regulamos el consumo, o nos paseamos de un tipo de contenido a otro, difícilmente aprenderemos algo que nos sea de utilidad.
Como ejercicio adicional, les propongo que observen a la gente mayor que usa el transporte público, y verán que se puede viajar sin tener que estar en una pantalla.
2. Tomar una pausa de al menos 3 minutos entre una actividad y otra, sea cual sea. De esta forma aprendemos a salirnos de piloto automático y tomamos mayor consciencia de nuestro cuerpo y pensamientos.
3. Hacer una sola actividad a la vez, dedicándole exclusivamente toda nuestra energía. Por ejemplo, evitar moverse por la casa cuando se lavan los dientes, o hacer llamadas cuando estemos lavando platos.
4. Hacer al menos un ejercicio de respiración al día, inhalando y exhalando profundo. También puede servir el meditar diariamente, aunque sean 5 minutos. Existen muchas meditaciones disponibles en la web.
5. Tomarse el tiempo necesario para ejecutar cualquier acto, sin apuro. No es necesario andar corriendo por la vida. En la calle, por ejemplo, mucho se ve que los peatones cruzan prácticamente corriendo para no enfadar a los automovilistas, o cuando se hacen compras, nos apuramos en guardar los productos para recibir la boleta y el vuelto de la cajera.
Todo tiene su tiempo y podemos, poco a poco, desprogramar la prisa con que solemos movernos en nuestra vida cotidiana.
Existen muchas opciones más en lo que ha vivir en el presente se refiere, y aquí he entregado sólo un resumen de técnicas que he utilizado y que me han sido de utilidad. Termino contándolas que, naturalmente, este texto ha sido pensado para personas dispuestas a realizar caminos de crecimiento.
Un abrazo.
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