Somos seres que sobre el misterio creamos técnica. Luego, ello misteriosamente se va condiciendo con lo concreto, lo no-misterioso, con nuestras conductas e inclinaciones. Entonces la Luna sí nos afecta, y la posición de Venus en la rueda zodiacal sí manifiesta la forma en que damos y nos damos placer y amor. El misterio va explicando lo no misterioso. Nadie sabe como ni porqué, pero la vibración humana se nota, la energía... Entonces, luego miras al ser humano que la emana, y ves como esa energía se nota en sus decisiones, en como-le-va-en-la-vida, cuestión esta última que prácticamente no tiene que ver con la cantidad de dinero que puede generar, sino más bien con la calidad de sus vínculos con los demás seres, y cuando ello aun no está desarrollado, con la vocación hacia la calidad de dichos vínculos, entre otros ejemplos que ahora no tengo presentes.
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