Un regalo de esta vida es estar aquí presente
Las avenidas de la ciudad no te desafían como las olas de la mar
Básicamente porque en algún lugar terminan
En cambio la mar no se acaba
Se extiende hacia horizontes infinitos
Y pa qué decir hacia abajo
Nos muestra la infinitud de la vida
Las posibilidades que no acaban
La ridiculez humana que todo lo mete en cajas
No somos distintos al movimiento de la mar
Somos igual de infinitos
Tenemos la misma posibilidad que esas olas azules y turquesas
Gabriela Mistral lo supo alguna vez
Cuando pidió la perseverancia de las olas
Sólo siéntate a apreciar
Y ve ese misterio oculto
En la mar y en ti
Tan fuertes las olas
Que degradan con los años a las rocas
Hasta volverlas playa
Lo mismo para la persona
Tan fuerte por dentro
Que degrada cualquier obstáculo
A punta de paciente constancia
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