Fueron tres
Tres los temblores que entraron por mis venas
Y que me llevaron
A recorrer las estrellas
El primero fue un viaje
En el que me dijeron que nunca lo haría
Designio al cual me negué
Con la rebeldía del aguador
El segundo fue una mano larga
Voz suave y melena frondosa
Que me mostró la vida desde la vida
Sin tiempos ni relojes
El tercero fue un maestro
Del conocimiento y la ternura
Que me mostró el amor por el quehacer
Y me ayudó a recuperar mi corona
Tres temblores como tres inciensos
Los que se fueron
Los que están
Los que vendrán
Más la conciencia irrefutable
De que esta vida
No se vuelve a vivir